
Sean “Diddy” Combs es absuelto de cargos graves, pero enfrentará condena por delitos menores
El 2 de julio de 2025 concluyó el juicio federal contra Sean “Diddy” Combs, uno de los productores más influyentes de la música hip hop. Tras más de dos meses de audiencias, el jurado lo absolvió de los cargos más graves relacionados con crimen organizado y tráfico sexual, delitos que podrían haberle significado una condena de cadena perpetua. Sin embargo, fue declarado culpable por dos cargos vinculados al transporte de personas con fines de prostitución: uno relacionado con su expareja Cassie Ventura y otro con una segunda persona identificada como Jane.

Durante la audiencia de lectura de sentencia, el juez Arun Subramanian negó la solicitud de libertad bajo fianza, argumentando que existía un riesgo de fuga y citando antecedentes de violencia doméstica, respaldados por videos que circularon como prueba clave en el caso.
Por esta razón, Combs permanecerá detenido en Nueva York hasta la audiencia de sentencia, programada para el 3 de octubre. La fiscalía adelantó que pedirá una pena de entre 51 y 63 meses de prisión, mientras que la defensa ha señalado que buscará que se tome en cuenta el tiempo ya pasado en prisión preventiva para reducir la condena.
El juicio expuso detalles de supuestas fiestas privadas organizadas por Combs, donde se combinaron drogas, excesos y encuentros sexuales. Las víctimas testificaron describiendo lo que vivieron como situaciones de abuso, aunque la defensa sostuvo que se trataba de relaciones consensuadas y presentó mensajes y pruebas que buscaban sustentar esta versión. La absolución de los delitos mayores muestra que el jurado no encontró evidencia suficiente para probar la existencia de una red criminal organizada.
Tras conocerse el veredicto, un grupo de simpatizantes del artista celebró afuera del tribunal en Manhattan, mientras que organizaciones de apoyo a víctimas expresaron que la resolución representa un paso parcial hacia la rendición de cuentas. A pesar del fallo, Combs sigue enfrentando más de medio centenar de demandas civiles relacionadas con supuestos casos de agresión y abuso sexual que habrían ocurrido a lo largo de varias décadas.
Además del proceso judicial, la figura pública de Combs ha sufrido un severo golpe: contratos comerciales, acuerdos de patrocinio y proyectos con marcas y medios de comunicación han sido cancelados como consecuencia de las acusaciones y del juicio, lo que marca un antes y un después en su carrera como empresario del entretenimiento.