Israel ejecuta ataque en Doha contra dirigencia de Hamás: escalada regional

Israel llevó a cabo un ataque aéreo dirigido contra la dirigencia política de Hamás en Doha, capital de Catar, marcando una inusitada escalada en el conflicto. La operación, denominada “Día del Juicio” (Pisgat HaEsh), apuntó a varias figuras clave del grupo, entre ellas Khalil al-Hayya y Khaled Mashal, en un momento en que la ciudad actuaba como epicentro para negociaciones de alto el fuego e intercambio de rehenes.

Según fuentes oficiales, el ataque fue completamente manejado por Israel, que asumió total responsabilidad y notificó con antelación a Estados Unidos, el cual a su vez alertó a Catar. La respuesta internacional fue inmediata: Catar denunció una violación flagrante a su soberanía, mientras que actores como la ONU, múltiples gobiernos árabes y la Liga Árabe consideraron el hecho ilegal y desestabilizador.

El impacto del ataque tiene múltiples dimensiones. Catar, mediador clave en las conversaciones sobre Gaza, suspendió temporalmente sus esfuerzos, alertando que esta acción podría socavar los avances en la liberación de rehenes y el cese del fuego. La operación también pone en entredicho la viabilidad de la diplomacia regional y el futuro del diálogo de paz.

Expertos en seguridad señalan que esta ofensiva marca un punto de no retorno: por primera vez, un Estado del Golfo es directamente implicado en un ataque militar sobre su territorio, lo que redefine la seguridad regional y las tensiones estratégicas. Este hecho establece un precedente inquietante en Medio Oriente.

En resumen, Israel parece haber decidido avanzar más allá de sus fronteras, apuntando directamente a la cúpula política de Hamás. El ataque podría haber sido calculado para demostrar poder, pero también amenaza con llevar a la región a una fase más turbulenta, donde las negociaciones de paz tambalean y la diplomacia pierde terreno frente a la fuerza militar.