Greta Thunberg y activistas deportados por Israel tras intentar llevar ayuda a Gaza
La activista climática sueca Greta Thunberg y otros 170 tripulantes de la flotilla que buscaba entregar ayuda humanitaria a Gaza fueron deportados a Grecia y Eslovaquia por Israel después de pasar cinco días detenidos.
No se trató de la primera deportación de participantes de la flotilla; días antes, Israel había enviado a cuatro diputados italianos, 137 personas a Turquía y 29 más a España.
Muchos de los activistas denunciaron haber recibido malos tratos durante su cautiverio, incluyendo la negación de agua y comida, vejaciones y confinamiento en celdas infestadas de chinches. A su llegada a Atenas, Thunberg calificó la misión como “el mayor intento jamás realizado para romper el asedio ilegal e inhumano de Israel por mar” y criticó la falta de acción de los gobiernos frente a la crisis humanitaria.
La deportación se produjo mientras emisarios de Hamás e Israel participaban en negociaciones indirectas en Egipto para ultimar un plan de paz propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que contempla la liberación de rehenes y un organismo temporal de tecnócratas palestinos para gobernar Gaza, aunque aún quedan por resolver numerosos detalles sobre la retirada israelí y el desarme de Hamás.
Este episodio vuelve a poner en el centro del debate la situación humanitaria en Gaza, la seguridad de los activistas y la complejidad de los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la violencia en la región.
