Impacto del huracán Otis en Acapulco: Damnificados enfrentan dificultades para acceder a servicios básicos y ayuda humanitaria

A más de una semana del devastador paso del huracán Otis por la región de Acapulco, Guerrero, los habitantes afectados continúan enfrentando enormes desafíos. El ciclón, que alcanzó la categoría 5 antes de tocar tierra el 25 de octubre, dejó un panorama desolador: comunidades aisladas, viviendas destruidas, y un acceso limitado a servicios básicos como agua potable, electricidad y alimentos.

Situación actual

Los damnificados han señalado la lentitud en la llegada de la ayuda humanitaria, especialmente en zonas más alejadas del puerto de Acapulco. Aunque las autoridades y organizaciones civiles han intensificado sus esfuerzos para distribuir alimentos y agua, la magnitud del desastre ha complicado la logística. Además, la interrupción de vías de comunicación ha dificultado la llegada de suministros a áreas afectadas.

En muchos sectores, el suministro eléctrico sigue interrumpido, lo que afecta no solo a hogares, sino también a hospitales y negocios. Los residentes también enfrentan problemas para obtener combustible, lo que ha encarecido el transporte y ha dificultado la operación de generadores eléctricos.

Esfuerzos gubernamentales y críticas

El gobierno federal implementó un plan emergente para atender a las comunidades afectadas, incluyendo brigadas de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Marina que trabajan en la limpieza de escombros y distribución de insumos. Sin embargo, las críticas han surgido por la lentitud en las acciones, especialmente en cuanto a la reconstrucción de viviendas y la restauración de los servicios públicos.

Además, las autoridades han tenido que lidiar con saqueos en supermercados y tiendas, lo que refleja la desesperación de las personas ante la falta de recursos básicos. El presidente Andrés Manuel López Obrador visitó la zona afectada y afirmó que los trabajos de recuperación serán prioritarios en el presupuesto federal, pero los damnificados exigen soluciones más inmediatas.

Apoyo de la sociedad civil

Diversas organizaciones no gubernamentales, grupos comunitarios y ciudadanos han sumado esfuerzos para ayudar a las personas afectadas, recolectando donativos en especie y canalizando recursos hacia las zonas más necesitadas. Sin embargo, el alcance de estas iniciativas aún es limitado frente a la magnitud del desastre.

Un futuro incierto

El impacto del huracán Otis ha dejado a Acapulco en una crisis profunda que llevará meses, o incluso años, resolver. Mientras tanto, miles de familias continúan luchando por sobrevivir día a día, enfrentando condiciones extremas y con la esperanza de una pronta recuperación.