El Senado de EE. UU. da marcha atrás en los aranceles a Canadá
En una votación de 50 votos a favor y 46 en contra, el Senado de Estados Unidos aprobó la revocación de los aranceles impuestos a Canadá, una medida que marca un giro en la política comercial entre ambos países. La decisión, impulsada principalmente por legisladores demócratas y respaldada por algunos republicanos moderados, refleja las crecientes tensiones entre el Congreso y la administración de Donald Trump.
La resolución llega apenas un día después de una votación similar para revertir los aranceles aplicados a Brasil, y aunque se considera en gran parte simbólica —pues aún debe ser aprobada por la Cámara de Representantes, donde enfrenta resistencia—, envía un mensaje político contundente: el Senado no comparte la estrategia proteccionista de la Casa Blanca.
Los aranceles, que alcanzaron hasta un 35 % sobre las importaciones canadienses, fueron justificados por Trump bajo el argumento de reforzar la seguridad fronteriza y frenar el tráfico de fentanilo. Sin embargo, Canadá respondió con medidas de represalia, afectando las cadenas de suministro y generando incertidumbre económica a ambos lados de la frontera.
La decisión del Senado busca restablecer un clima de confianza y cooperación con uno de los socios comerciales más importantes de Estados Unidos. Aunque la medida no garantiza un cambio inmediato en la política comercial, sí representa un paso hacia la moderación y la estabilidad en las relaciones económicas de América del Norte.
El resultado de esta votación podría ser el inicio de una etapa más conciliadora en la diplomacia comercial estadounidense, recordando que las alianzas estratégicas, más que las barreras, son las que fortalecen el crecimiento y la competitividad regional.
