
Día Mundial de los Océanos: ¿Por qué el 8 de junio nos invita a mirar hacia el mar?

Cada 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, una fecha que la ONU oficializó en 2008, aunque su origen se remonta a la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992. Esta jornada busca recordarnos la enorme importancia que tiene el océano para la vida en la Tierra, pues cubre más del 70% de la superficie del planeta y genera al menos la mitad del oxígeno que respiramos.
Los océanos no solo son la cuna de una inmensa biodiversidad marina, sino que también juegan un papel clave en la regulación del clima. Absorben aproximadamente el 30% del dióxido de carbono que generamos, actuando como un gran amortiguador frente al cambio climático. Además, constituyen la principal fuente de sustento para millones de personas, ya que proveen alimentos, generan empleos y sostienen economías costeras alrededor del mundo.
Sin embargo, esta riqueza natural enfrenta amenazas cada vez más alarmantes. La contaminación por plásticos es una de las principales preocupaciones: se calcula que más de ocho millones de toneladas de residuos plásticos llegan cada año a los mares, poniendo en peligro ecosistemas enteros. La sobrepesca también presiona a muchas especies, mientras la acidificación y el calentamiento de las aguas alteran hábitats como los arrecifes de coral, que son vitales para innumerables formas de vida marina.
Este año, el lema internacional pone énfasis en la necesidad de reconocer la maravilla de los océanos y de actuar para protegerlos. Recientemente, la tercera Conferencia de los Océanos de la ONU, celebrada en Niza, reunió a gobiernos, expertos y activistas para reforzar compromisos en la creación de áreas marinas protegidas, la promoción de una pesca sostenible y la reducción de contaminantes. Sin acciones reales, los objetivos globales, como proteger al menos el 30% de los océanos para 2030, parecen cada vez más lejanos.
El Día Mundial de los Océanos es una oportunidad para reflexionar y para recordar que todos tenemos un papel que desempeñar: desde exigir políticas responsables hasta hacer cambios en nuestra vida cotidiana. Cuidar los océanos es cuidar nuestro propio futuro, porque todo lo que sucede en el mar, tarde o temprano, repercute en la tierra y en cada uno de nosotros.
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