
Caída drástica en las contrataciones en EE.UU.: solo 62,000 nuevos empleos en abril
La economía estadounidense enfrenta una desaceleración inesperada en su mercado laboral. Según el más reciente informe de la firma ADP, en abril solo se generaron 62,000 empleos nuevos en el sector privado, una caída significativa frente a los 147,000 puestos creados en marzo. Este descenso marca uno de los registros más bajos desde el inicio de la recuperación post pandemia y ha despertado preocupaciones entre economistas y líderes empresariales.

Factores políticos detrás de la desaceleración
Expertos atribuyen gran parte de esta contracción a las políticas económicas implementadas en los primeros 100 días del segundo mandato del presidente Donald J. Trump, quien asumió nuevamente el cargo en enero de 2025. Entre las medidas más polémicas se encuentran:
Recortes fiscales y presupuestarios dirigidos a agencias federales y programas sociales, lo que ha provocado despidos y congelamientos de contratación en sectores gubernamentales y empresas que dependen de contratos públicos.
Nuevos aranceles comerciales, especialmente sobre productos provenientes de China, Europa y México, que han encarecido materias primas e insumos clave para la industria manufacturera y tecnológica.
Restricciones migratorias que han reducido la disponibilidad de mano de obra en sectores como la agricultura, el turismo y la construcción.
Estas políticas han generado incertidumbre en los mercados y han llevado a muchas empresas a frenar sus planes de expansión o a implementar despidos preventivos ante el riesgo de una recesión.
Reacciones mixtas del sector empresarial
Mientras algunas compañías respaldan las medidas del gobierno, argumentando que fomentan la producción nacional y protegen empleos locales, otras alertan sobre sus efectos contraproducentes. “Los aranceles están elevando nuestros costos de operación y obligándonos a recortar personal”, declaró un portavoz de una firma tecnológica con sede en California.
El sector más afectado en abril fue el manufacturero, que perdió más de 15,000 empleos, seguido del comercio minorista, con una contracción de 9,000 puestos. Solo el sector salud y educación mostró crecimiento, aunque moderado.
Implicaciones para la política económica
La Casa Blanca ha defendido su estrategia económica, insistiendo en que los efectos positivos se verán a mediano plazo, a medida que las cadenas de suministro se reubiquen y se fortalezcan las industrias nacionales. No obstante, la Reserva Federal podría reconsiderar su postura ante esta desaceleración, especialmente en lo relacionado con las tasas de interés.
“Este informe es una señal de alerta”, señaló la economista Janet Lowell, del Instituto Brookings. “Si la tendencia continúa, el desempleo podría empezar a aumentar y afectar el consumo interno, que es el principal motor de la economía estadounidense”.
Un futuro incierto
Aunque todavía es pronto para declarar una crisis laboral, el marcado descenso en las contrataciones sugiere un freno en el ritmo de crecimiento económico. Con varios indicadores clave por publicarse en las próximas semanas —incluyendo el índice de desempleo y el PIB del primer trimestre—, todos los ojos están puestos en Washington y en cómo responderá el gobierno ante esta señal de enfriamiento económico.
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